Existen setenta y siete veces siete maneras de cargar la pipa, dice el Corán, y que a todas las bendice Alá. Uso regularmente cinco métodos, o alguna combinación de ellos, dependiendo del tabaco a fumar, de la pipa a cargar, del estado de ánimo y las circunstancias:
-El antigravitacional
-El salpimentado
-El de las tres porciones
-El bolsillo de aire
-El método Frank.
De cada uno entregaré detalles en futuros posteos, pero en resumen: todos apuntan a lograr que el tabaco quede poco apretado en el fondo del hornillo y más apretado hacia la parte superior del mismo. Ahora, se puede lograr al primer intento una carga aceptable de la pipa ciñéndose al sentido común. Tuve la ventaja de un precepto que me inculcó mi abuelita: ni mucho que te queme ni poco que te hiele. Que en este caso se traduce: ni muy suelto ni muy apretado. Con eso basta para echarse a andar con buen paso.
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